El verano invita a disfrutar del aire libre, pero la exposición solar sin los cuidados adecuados puede tener consecuencias negativas en la salud de la piel. A continuación, te compartimos estrategias esenciales para cuidar tu piel antes, durante y después de tomar el sol, logrando un bronceado bonito y duradero sin poner en riesgo tu bienestar.
1. No descuides la hidratación
La hidratación es fundamental tanto por dentro como por fuera. Bebe suficiente agua y utiliza cremas hidratantes adecuadas a tu tipo de piel. Ingredientes como el aceite de semillas de grosella negra, presente en algunos suplementos, aportan ácidos grasos esenciales que mejoran la elasticidad y el confort cutáneo.
2. Usa protección solar tópica… y reaplica
Aunque los suplementos orales ayudan, nunca sustituyen al protector solar tópico. Aplica una cantidad generosa de crema solar en todas las zonas expuestas y recuerda reaplicar cada dos horas, especialmente después de bañarte o sudar. La combinación de ambos métodos es la mejor estrategia para una protección integral.
3. Prepara tu piel desde dentro
No basta solo con aplicar protector solar. Complementar tu rutina con suplementos de fotoprotección oral puede marcar la diferencia. Productos como Solcap, ricos en antioxidantes naturales como betacaroteno y licopeno, ayudan a reforzar la defensa de la piel frente al daño solar y favorecen un bronceado más uniforme y duradero.

Complemento alimenticio a base de licopeno, betacaroteno, manganeso, vitaminas y aceite de semillas de grosella negra. Fórmula con actividad antioxidante y protectora de los problemas derivados de la exposición solar.
Ver más4. Adapta tu exposición al sol
Evita las horas de máxima radiación (entre las 12 y las 16 horas) y opta por exposiciones progresivas. Así, tu piel se adaptará mejor y reducirás el riesgo de quemaduras y envejecimiento prematuro.
5. Mantén los cuidados tras la exposición
Después de tomar el sol, sigue cuidando tu piel con productos calmantes y antioxidantes. Prolonga la toma de suplementos como Solcap durante al menos un mes tras la última exposición para mantener los beneficios y conservar el bronceado.
Recuerda: Para lograr un bronceado bonito y duradero, lo más importante es preparar tu piel desde el interior y respetar su ritmo natural. Comienza con una alimentación rica en antioxidantes como el betacaroteno y licopeno, presentes en frutas y verduras rojas y naranjas, que estimulan la producción de melanina y protegen tu piel del daño solar.